Todos los personajes y situaciones que aparecen en este libro nos retrotraen a unos tiempos pretéritos, aunque pareciera que continúan estando de primerísima actualidad. La atemporalidad se hace patente al leer los diferentes relatos que José Manuel Frías detalla, dando la impresión de que los estamos viviendo, más que como un lector, como un espectador de primerísima fila.
Innumerables hojas en blanco se han ido trazando a través del tiempo por parte del autor. José Manuel Frías es un historiador que de forma voraz investiga todo hecho fuera de lo normal que cae en sus manos, y tiene casi la obligación moral de plasmarlo en diferentes crónicas. No son creaciones al azar soñadas alrededor de un arquetipo concreto, ni tampoco dibujadas en base a unas personalidades predefinidas. Podrás comprobar, querido lector, que sintieras que las conoces desde siempre, que están en tu vida y en tu día a día cotidiano. Lugares donde cada rincón esconde algo complicado, oscuro o incluso tenebroso.
El libro que ahora mismo tienes en tus manos pretende exponer varias historias reales, pero también aquellas en las que una finísima línea separa la realidad de la leyenda, mediante la exposición de varios hallazgos aunados a sucesos, mitos y demás tradiciones orales que se han transmitido por generaciones. Frías solo pretende que se verifiquen, y en su caso se modifiquen, los parámetros con que se ha medido durante años el relato de estos casos, los hallazgos de datos, a veces casi arqueológicos, y que han ido dando como resultado unas narraciones que nos sumergen en el océano de la duda al plantearnos si algunas de esas historias realmente fueron verídicas, a pesar de que hasta ahora las hemos tachado de leyendas. ¿Será posible que este libro sirva para ampliar nuestra mente y nuestro afán investigador hacia nuestra propia historia?
A lo largo de este trabajo se expondrán estudios tales como la existencia de “gigantes” en el mismo centro de Málaga; la inexplicable desaparición de la cabeza de un pobre ladronzuelo que fue pillado “in fraganti”; leyendas -o no, ya saben, esa delgada línea- transmitidas aquellas tardes por parte de nuestros abuelos a la fresquita de un portal, en silla de anea, sobre un bandolero, un puñal y una rosa, o un marinero que acabo ensangrentado en las playas de San Andrés, o un joven pero aguerrido soldado curtido en mil batallas, que se arrodilló ante un Nazareno para implorarle perdón por un grave e innombrable pecado.
Aquí podrán encontrar a dos hermanas que guardaban el misterio de la eterna juventud en los alrededores del barrio del Molinillo, a cadáveres sin ojos sobre los que jamás se supo el porqué de ese desagradable hecho en el que se ralla el exorcismo, y encontrar la certeza de que no hay que acudir a Hollywood para encontrar “zombis”, pues en la Málaga del XVII hasta cenaban tras una boda.
Incluso tienen cabida los que fueron, o siguen siendo, los Patronos de Málaga. Desde Ciriaco y Paula, hasta la Virgen de la Victoria, pasando por San Luis de Tolosa.
En definitiva, querido lector, tienes en tus manos veinticuatro historias de esta misteriosa ciudad que se llama Málaga, de la que se han escrito infinidad de libros, , relatos, investigaciones… pero José Manuel lo cuenta de tal forma que no cansa, que no sabrás si lo estás leyendo a solas o delante del propio autor, que te lo va narrando o, incluso, que vais recorriendo las callejas de nuestra ciudad. Enclaves desaparecidos del mapa como, por ejemplo, aquella denominada calle de las Casas Quemadas. O quien sabe si podrás colarte en aquel palacete de la plaza de Arriola donde un misterioso ebanista talló el desaparecido Cristo de Cabrillas.
Estoy absolutamente convencido que estas crónicas son, simple y llanamente, el aperitivo a otras decenas que mi buen amigo Frías tiene guardadas en su baúl. Sabiendo de su ímpetu por hablarnos a través de unas páginas que contienen ese aroma a misterio, intuyo que pronto nos volverá a sorprender con otros hechos del pasado, llevándonos de la mano hasta callejas oscuras donde un crimen, tal vez de pasión, se convierte en un enigma que a día de hoy ha sido imposible resolver. Quizá nos sorprenda con otras historias sobrenaturales de infernales personajes que aparecen en la noche de los tiempos y que se meten en las alcobas de níveas doncellas o en la celda de un cruel asesino para apoderarse de su alma y así seguir con sus fechorías.
De José Manuel Frías ya no me sorprende nada, pues su afán investigador le hace ser inagotable al desaliento y no hay historia engarzada a nuestra provincia que se le escape. No en vano, otro genio de la investigación oculta, el fenomenal Iker Jiménez, lo tiene en su plantel de colaboradores. Innumerables veces, Frías ha presentado casos de nuestra tierra en Cuarto Milenio, siempre dejando su sello de veracidad en lo que narra, pues la fiel documentación es su principal emblema, su sello personal, que ha provocado que se le reconozca como uno de los grandes investigadores, no sólo de Málaga sino, casi me atrevería a decir, de todo el territorio nacional.
Tal vez podrán deducir de mis palabras que le he dado mucho “jabón” a mi querido amigo, casi hermano, José Manuel, pero, créanme, me he quedado cortísimo, apenas he arañado en una finísima capa de la personalidad y de la proximidad de Frías. Si hay alguien que es cercano a pesar de tener esta altitud de conocimiento investigador, es él.
Querido José Manuel Frías, disculpa que me atreva a decir públicamente esto, querido hermano: jamás podré agradecerte que me llamases para que fuera el introductor de esta maravillosa obra de arte en forma de papel blanco sobre tinta negra. Y a ti, lector, agradecerte que hayas decidido tener en tus manos esta joya que te trasladará por todos y cada uno de sus capítulos como si una máquina del tiempo fuera. Te puedo asegurar que será uno de esos libros que tendrás de cabecera y, seguramente, acudirás a él más de una vez, pues cuando oigas alguna historia de las que aquí se narran, irás rápidamente a releer lo que Frías escribió. ¿Será verdad aquello que te contaba el abuelo a la fresquita? ¿Será cierto lo que oíste a un cofrade sobre su Sagrado Titular? ¿Realmente existieron muertos vivientes y damas de eterna juventud?
José Manuel Frías te ha puesto en la línea de salida junto a los hechos, pero tú deberás ir sazonándolos a modo de realidad o aliñándolos de leyenda con posible certeza.
Málaga Sobrenatural no te dejará indiferente, eso te lo puedo asegurar.
Disfruta de esta extraordinaria aventura.
Juan Antonio Fernández Pérez
Divulgador malagueño