Y llegó el año 2015. Hacía años que había dejado apartada mi faceta musical, salvo la composición ocasional de alguna canción, dedicándome plenamente al mundo del misterio. Pero en el verano de aquel año me sorprendió un repentino golpe de inspiración. Aún quedaba algo en el sótano. Compuse unas cuarenta canciones en el transcurso de pocos meses. Y decidí retomar paralelamente la música, formando el grupo Íntimos Desconocidos con el que, sin grandes pretensiones, toqué en varios lugares.