Tentado he estado de no compartir este vídeo, porque es el mayor reflejo de todos los miedos que acosan a un joven tímido e introvertido que se pone por primera vez delante de un público para cantar en directo. Pero quizá por eso mismo he decidido compartirlo.
Os cuento: Semifinales del Festival de la Canción de Andalucía ´97. Me dicen: “no te vayas a equivocar al cantar, que la música es enlatada y no hay músicos para seguirte”. Gracias, muchas gracias, me quedo más tranquilo. Subo al escenario como un perro asustado. Mi gesto es tan serio que parece que vengo de un entierro. Indumentaria ochentera aunque estamos a finales de los ´90.
Empiezan a sonar los acordes de la versión originaria de “Cómplices de amor”, compuesta por un servidor. Cuando veo a tanta gente al frente, mi voz sale como de un fuelle. Me cuesta horrores. Cuando acabo el primer estribillo, me pongo tan nervioso que entro un compás antes a la segunda parte. Cuando me doy cuenta, me quiero morir. Se nota en la voz, que apunto está de desafinar. Pero me salva mi corista, que cubre el hueco del compás vacío y puedo entrar correctamente a la segunda estrofa.
Me siento aliviado, aunque llego a meter una mano en un bolsillo de la chaqueta, pero la saco rápido al acordarme que Julio Iglesias, en sus comienzos, cantaba con chaquetas y pantalones sin bolsillos para evitar meter la mano en ellos.
Acaba la canción, doy las gracias y bajo del escenario, pensando que si me dejaran repetirla, ahora sí lo haría bien. Como siempre.