A veces las canciones nacen en los momentos más insospechados. Tenía yo 18 años recién cumplidos. Una tarde estaba frente al espejo, peinándome, cuando empecé a tararear una letra: «si ella supiera lo que siento por dentro, y es que a cada momento yo me muerto por verla». Y así, como si nada, peine en mano, nació «Si ella supiera», la historia de un amor tan platónico que era desconocido por la susodicha.