Corría el año 2000 cuando, en la compañía de mi buen amigo Luis Mariano Fernández, crucé el charco en dirección a Puerto Rico y pisé por primera vez el impresionante Radio Telescopio de Arecibo. En todo momento contamos con un anfitrión de lujo: Miguel Rodríguez, coronel médico de la fuerzas navales de Estados Unidos. Conocer de primera mano lo que se cocía en el Proyecto Phoenix, que pretendía captar señales inteligentes de seres de otros mundos, fue todo un privilegio. Lo de viajar escondido en el maletero de un coche para acceder a ciertas instalaciones en la isla os lo cuento otro día…